Los créditos del título de la entrada van a una querida amiga que tiene pensado usar
el mismo en su día (espero que dentro de no mucho), y que ha tenido
a bien prestármelo en estos momentos de gran emoción y escasa imaginación ¡gracias!
Todas estas decisiones han sido totalmente firmes en su momento. Podéis comprobar la fiabilidad de mis decisiones :)
Hasta que un día... se encendió un "click" y decidí que lo único que tenía claro que no... era un que sí.